martes, 24 de julio de 2012

El ocaso del samurai




Todo transcurrió al son de la poesía de la espada. Una vida comprometida con el acero forjado al calor del honor y la perseverancia. Hubo un tiempo en que fueron uno. Ambos al mismo tiempo. Se fundían en movimientos sutiles y serenos. Excelsos. Mortales. Ronin sin señor, vagabundo... quien sabe si heroe o villano. La sangre no habla y su espada fue complice de grandes hazañas.

Recordando aquel tiempo en el que sus fuertes brazos podían quebrantar hasta el alma con un golpe de su katana. Ahora postrado. En silencio, tan solo el susurro del viento y la calidez del atardecer. Los parpados pesan, piernas quebradas, ya sin fuerzas. A su espalda siente al gran fuji que lo vio nacer, al astro rey detrás de el en una explosión de luz y vida perecedera. Es el ocaso soñado, en silencio; sin explicaciones ni arrepentimientos. Tan solo él, su espada y su verdad.

Su ocaso.








6 comentarios:

  1. Precioso. Es de los que más me gustan. La armonía, el detalle, las texturas, la paleta de colores y la composición.
    Gran evolución, felicidades! :)

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    1. gracias tio !! me ha costado mas horas de curro de lo habitual pero he descubierto cosillas utiles !

      Yo estoy tb muy contento con la composicion y la cromatica !

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  2. Lo mismo que ha dicho Mig :)

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